martes, 13 de octubre de 2009

OSO BLANCO

12 de octubre de 2009

Una energía claramente “bien plantada” se me acercó y pidió hablar. Lo que sigue es un extracto de lo más resaltante de esa conversación.

La vida del Oso Blanco no se encuentra sobre tierra firme. Su base son oso aguas heladas. Eso supone una profunda sabiduría emocional. Sabe donde caminar con seguridad y donde sumergirse, sabiéndose apoyado por su sabiduría interior. Esa fuerza interior del Oso Blanco está apoyada en su muy desarrollado instinto que le permite ir más allá de sus límites conocidos, sabiendo todo lo que ocurre a su alrededor, sabiendo encontrar el camino firme más allá de las tormentas que se puedan presentar. Porque confía plenamente en sí, tiene éxito. La sabiduría del instinto gobernado por el corazón.

Es el instinto gobernado desde el corazón el que conduce por el verdadero camino, porque es el instinto el medio de contacto con la realidad superior. Por medio del instinto, se percibe cada paso que damos en la vida.

Cuando el instinto está separado del corazón, bien porque está reprimido o porque está exacerbado, te desconectas de la realidad porque te impide la posibilidad de ver todos los aspectos que están a tu disposición para poder decidir y obrar en consecuencia. El instinto por sí mismo, sin la guía del corazón, excluye, porque solo busca la satisfacción del ego.

LA MUELA

Hace tres días que mi última muela del maxilar inferior derecho no me da tregua. Como fue durante el fin de semana, no tuve más remedio que pasar por el proceso de convivir con el dolor y buscar la causa de semejante maltrato.

Pedí ayuda a una amiga canalizadora dado que el dolor tan intenso me impedí la concentración. Esto fue lo que salió a la luz de la conciencia. Lo comparto porque claramente tiene que ver con un modo establecido en la sociedad para conseguir el sustento. Cabe destacar también, que las muelas representan las estructuras sobre las que nos basamos.

Canal: Cuando he empezado a percibir tu muela, estaba MUY enfadada, dándome la espalda. Decía, ‘te odio, te odio. Le estás llevando por el mal camino, al desastre. Le doleré y le doleré hasta que no tenga más remedio que ponerme atención. No debe abandonarse tanto a nivel material confiando tanto en algo que no existe. Tú le haces elevarse y dejar de poner los pies sobre la tierra firme. Así vamos al desastre’.

He sentido que esa muela ‘guarda’ los condicionamientos de tu familia respecto a lo que es la vida y cómo debe vivirse.

De repente, la he visto como avergonzada y he sentido que una muela sabia le quería recriminar su actitud…..

Muela Sabia: Mi muy querida muela ‘sin juicio’, deja ya de ‘joder’ a Sergio como lo estás haciendo. Estás produciendo un gran desequilibrio en el resto del cuerpo y un profundo disgusto al resto de tus hermanas que en absoluto avalamos tu actitud miedosa y creída de la verdad. Dime ¿de qué tienes miedo realmente?

Muela sin juicio: de que Sergio no pueda valerse por si mismo en lamuela1 vida. ¿De qué vamos a vivir si lo deja todo por ‘algo’ que aún no ha llegado y no sabe si nos dará suficiente para vivir? Lo más importante es tener la subsistencia cubierta, lo demás es banal. Si nos gusta o no el trabajo, si disfrutamos con él o nos da disgusto, si nos ayuda a crecer o no, tonterías, eso no son más que tonterías. Desde que está con ‘esa’ (es decir, yo) está más tonto que de costumbre….. y ya es decir….. no y no, así no puede seguir. Seguiré doliéndole a rabiar para que no se olvide de lo importante: de ganarse el sustento. Está descuidándose mucho. El trabajo está muy mal. Él ya no es un niño con todo el tiempo por delante, es un hombre ya mayor, tiene que pensar en su futuro y no en ‘jueguitos celestes’. Pues sí, ¡lo que nos faltaba! Ya dejó trabajos que no debería haber dejado nunca (se refiere a las consultorías que Sergio hacía para la Unión Europea), pero lo de ahora, ya es demasiado. Confía tanto que se va a estrellar y yo no quiero que lo haga, no y no. Le doleré y le doleré hasta que no tome la decisión más sensata para todos: Coger ese trabajo que le ofrecen y trabajar las horas que sean, sin rechistar. Y si ‘esta’ (yo, quien está canalizando) se queda sola, ¡pues que se aguante! ¿Pero quién se ha creído que es?  Con una mano delante y otra detrás, já-já-já-já-ja. ¿Cómo puede ir así por la vida? Y lo malo es que está influyendo negativamente en Sergio.

Estoy muy enfadada, muy enfadada. Cada vez que se vuelva a juntar con ‘esa’ para hacer trabajitos celestes que le dejan aún más ‘colgado’ yo le doleré a conciencia para que al final tenga que poner su atención en lo importante: buscar alternativas de trabajo que aseguren nuestro bienestar material. ¡Él tiene que hacer su trabajo y yo el mío! Mi trabajo es triturar los alimentos, el suyo es procurar el bienestar material al resto del conjunto. Yo no digo, bueno ahora ya no voy a hacer mi trabajo sino mirar al cielo del paladar, a ver si ha salido una nueva estrella, ¿a que no? ¡Pues él tampoco! No, no, no cederé. Que no, que no……… (y se echa a llorar muy compungida y con grandes sollozos).

Muela sabia (está por encima de ella físicamente hablando, en la zona derecha de tu boca, arriba)

Querida mía, sosiégate. Comprendo tu miedo, pero ya no nos sirve. Todos hemos elegido seguir a Sergio en el nuevo camino que ha elegido seguir junto a ella; no es ‘esa’, es el Amor Viviente.

Muela sin juicio: La odio, la odio….. Sergio está tan enamorado de ella que no puede razonar ni actuar con sensatez…

Muela sabia: Es al contrario, es cuando más sensatamente está actuando. Escucha profundamente a su corazón y sigue sus dictados. Yo te prometo, querida muela, que no tendrá escasez de recursos nunca si sigue los dictados de su corazón, si sigue el camino del amor.

Muela sin juicio: Tonterías, tonterías, el amor no da de comer, solo da disgustos y sinsabores. No, yo tengo otra información en mí. ‘Olvídate del amor y llena la olla’. Esa es la sabiduría que me han trasladado mis ancestros y no los voy a traicionar. Si lo hiciera y Sergio triunfara los pondría en entredicho. He de serles leal hasta la muerte.

Muela sabia: ¿A quien eres leal?

Muela sin juicio: A sus padres, claro está. Ellos saben moverse por el mundo material, que es en el que estamos. Sergio no parece su hijo. Va por libre, pero yo soy el último bastión de sus antepasados y resistiré hasta hacerle desistir de su idea.

Muela sabia: Bueno, pues entonces serás extraída…

Muela sin juicio: ¿Cómo que extraída? ¿A qué te refieres con eso?

Muela sabia: A que serás extraída de la boca de Sergio para siempre.

Muela sin juicio: Pero, ¿dónde iré?

Muela sabia: A la basura de la consulta de la dentista.

Muela sin juicio: Pero entonces, ¿Quién le va a dar sensatez a este chico, si por lo que veo soy la única que la tiene de toda esta boca?

Muela sabia: El resto de su sistema óseo, al cuál pertenecemos todos sus dientes y muelas. Tú no tienes verdadera sabiduría, tú tienes millones de condicionamientos incapacitantes. Nosotros avalamos a Sergio al 100% en su nueva andadura. Sabemos fehacientemente que no les van a faltar recursos, y que está comenzando un camino desconocido por él, pero que le lleva directamente al éxito y a la gloria personal. (Leer canalización respecto del Oso Blanco ).

Muela sin juicio: ¿Y qué va a decir el resto de su familia? ¿Y sus vecinos y amigos? Nos envidiarán, nos harán la vida imposible, ya verás….

Muela sabia: O nos querrán emular….

Muela sin juicio: ¿Tú crees?

Muela sabia: Seguro que sí, nos gustaría que volvieras a formar parte del conjunto para poder disfrutar junto a nosotras las mieles del éxito.

Muela sin juicio: ¿Estás segura que será así y no iremos directos al caos?

Muela sabia: Segurísima. Anda, ven, te echamos de menos. A quien realmente tienes que ser leal es al resto del conjunto al que perteneces y no a nada externo.

Muela sin juicio: Está bien, me rindo, quiero confiar…. (en ese momento he visto como se soltaba un ancla de tu muela. Algún ‘oscuro’, a sabiendas que era el último reducto de los condicionamientos culturales de tu familia, le había puesto un anclaje que le estaba aumentando sus miedos para no dejarte llevar tus pasos hacia tu libertad).

Canal: Hola soy yo, ¿me odias ahora?

Muela sin juicio: No, ya no, quiero jugar contigo. ¿Me enseñas?

Canal: Con mucho gusto, bienvenida al Club de los Disfrutadores.

Muela sin juicio: Pero prométeme que nunca nos va a faltar de comer, si no no podré seguir haciendo mi trabajo.

Canal: Te lo prometo.

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Sergio: Me quedé tan sorprendido como seguramente lo están ustedes, luego de leer esto. Me senté (analgésico de por medio) y hablé con la muela esa misma noche.

Pude dormir bastante mejor y esta mañana el dolor había remitido muchísimo, ya no me hizo falta tomar analgésico alguno. De todos modos fui a la dentista, que encontró todo en orden.

Lo he compartido con ustedes porque lo sucedido demuestra que todo, absolutamente todo, es cuestión de conciencia, de nada más.

sábado, 3 de octubre de 2009

ELIXIR DE AMOR, parte 1

SERGIO: Confieso que desde hace unos días me está rondando una energía relacionada con el amor, el corazón y su tesoro. Me encontré escuchando varias veces diferentes partes de L’elisir d’amore, compuesta magistralmente por Gaetano Donizetti, allá por 1832.

Lo que haré es seguir la trama de la historia e ir mechando lo que el corazón viene a decirnos. Como esta obra está tan bien lograda, les propongo ir de la mano de la música, el canto y la imagen, mientras avanzamos en lo que el corazón tiene para reflexionar.

CORAZÓN: Es maravilloso tener la oportunidad de expresarme con ustedes, mediante tu voz, Sergio.

La Madre Divina, la Creadora, ha depositado en mí la gracia de su esencia, la verdad de Todo Lo Que Es. Soy el símbolo del amor puro, del amor sagrado, del amor que echa por tierra toda ilusión, toda fantasía, toda idealización. Sólo lo verdadero pulsa en mí. El amor romántico no tiene nada, absolutamente nada, de amor. Es pura ilusión, sostenida por la humanidad.

En cada pulso instilo el llamado de la Madre, les recuerdo vuestro origen divino, la esencia del amor que son. Les llamo a que sigan mí cantar, a que se jueguen por quienes realmente son, por lo que sienten. Aunque ninguno de ustedes puede decir verdaderamente que no me ha escuchado, no exagero si digo que tampoco me han hecho caso. Han tenido miedo, no creyeron en sí mismos, creen carecer de la confianza necesaria para obrar en consecuencia; se sienten incapaces en algún punto. Como valoran más lo externo que lo interno, entonces, le dan valor a la forma en lugar de la esencia, prefiriendo conformarse con poco, con migajas, en lugar de con la totalidad que se merecen y que pueden brindarse.

SERGIO: Corazón, la historia de la obra que usaremos como referencia a lo que tú dices, refleja con sencillez lo que tan comúnmente sucede con nuestro sentir, con cómo nos esmeramos en desoírte. Aunque también estamos aquellos que nos esmeramos por seguir tu dictamen, llevándonos a renunciar al control una y otra vez.

Para dar un contexto, diré que dicha ópera transcurre en la campiña italiana donde un campesino, Nemorino, de corazón puro, noble e inocente, ama a una granjera, Adina, que teme comprometerse con sus sentimientos y rechaza el amor verdadero.

CORAZÓN: Seguirme es tan sencillo; basta con confiar en ustedes, en lo que yo les inspiro como sentimiento. Pero, ¡ah! Mis modos y formas no son los vuestros y eso los asusta tanto. Ustedes quieren lo conocido, lo lineal, y yo les propongo vivir el presente eterno, el momento a momento, sin controles, sin suposiciones, sin ilusiones.

Vean el caso de Adina, prefiere amores superficiales al amor sagrado, al que ve como una tontería porque hace sufrir. Aunque más bien diría que en realidad la obliga a posicionarse ante sí misma y los demás. A darle valor a lo esencial en lugar de la forma.

Por su parte, Nemorino desea seguir el llamado inequívoco de su corazón, aunque el no saber cómo, lo lleva a vivirlo con dolor y sufrimiento; él no confía plenamente en sí mismo como para zanjar su aparente diferencia social con ella, confiando en sí, nada más. Pero tampoco puede sacarla de su corazón.

SERGIO: Comprendo, Corazón. Entonces, está claro que igualmente buscamos resolver el problema que se nos plantea, aunque no necesariamente de la manera mejor, sino de la que en primera instancia estamos acostumbrados: por medio de algo externo a nosotros mismos; un hecho “mágico” por sus características.

CORAZÓN: Sergio, no existe magia en el afuera, sino en el interior, en mí interior. Pero ustedes prefieren darle valor y fuerza a lo externo antes de que a sí mismos. Entonces, ¿qué hacen? Buscan orientación en otros, se dejan llevar por esas opiniones, me acallan para no seguirme porque lo que les propongo les da vértigo. Les pido jugarse por sí mismos y eso muy pocos, muy pocos, se animan a hacerlo.

Nemorino, el personaje que has elegido, refleja esa actitud tan humana y triste a la vez.

SERGIO: Él ha sabido de una novela clásica donde Tristán ama a una mujer llamada Isolda, quien no escucha su corazón. Él tampoco cree en la fuerza del suyo propio y acude a un elixir para que ella se rinda a él. Esta historia es tomada por Nemorino y así acude a un supuesto médico por un remedio mágico, al que le atribuye poder sobre sí mismo. Éste se aprovecha de él y le vende un vino por elixir. Nemorino deposita en él la solución de su problema de amor, y lo único que consigue es emborracharse, alejándola aún más a Adina de su corazón.

CORAZÓN: La ilusión reina en el corazón de la humanidad. La razón de todos sus males radica ahí. Me desoye una y otra vez, abriéndose a lo no verdadero y rechazando la verdad. Yo le propongo la dicha más grande y ella prefiere el sufrimiento y el temor. Cada vez que uno de ustedes le da poder a algo externo, comienza un camino de dificultades y de sinsabores.

En este caso, la botella con el supuesto elixir simboliza todas las cosas que ustedes mismos proyectan fuera de sí, aquellas que ustedes mismos alimentan y vitalizan con vuestra propia energía. Con eso sólo consiguen desvitalizarse, envidiar, valorar lo del otro por sobre lo propio, obtenerlo sin más. Esto pone de manifiesto la propia falta de valoración, el no advertir los dones únicos que cada uno posee en sí mismo y entonces yo me quedo llamándolos suavemente. El amor es inclusivo no exclusivo. El amor respeta la decisión de cada uno, no obliga. El amor que pulso con cada latido los llama una y otra vez. Es la Madre Divina, la Creadora quien les dice “regresen a mí, sean quienes son, escúchense y manifiéstense en su esencia”. Esa es mi canción, esa es mi pasión. También es la de cada una y cada uno de ustedes. Porque no son lo que hacen sino lo que realmente son.

SERGIO: Tantas veces escuchamos esto y tan pocos nos animamos a ser.

En nuestra historia de referencia se suceden varias situaciones donde se complica todo mucho más. Aparece un pretendiente de Adina, que sólo la quiere por su belleza y como conquista. Nemorino se apoya en suposiciones no en la verdad que siente. Le da mayor crédito a la supuesta magia del licor que ha tomado. Es en ese punto donde se pierde, donde cae en manos de la desdicha, simplemente porque no ha seguido el propio sentir. Entonces, todos se burlan de él.

ELIXIR DE AMOR, parte 2

CORAZÓN: Aquí cabe decir que el hombre puede llevar a la mujer al paraíso o al infierno, es verdad. Pero no menos cierto es también que será en función de la propuesta que ella, la mujer, le haga a él. En este caso, ella sólo le propone seguirlo sin amarlo realmente, sólo para atormentar a Nemorino y el nuevo pretendiente es eso lo que le dará a ella.

Esta relación se presenta una y otra vez, es el amor romántico que ve en el otro lo que quiere ver y no lo que es. Es dejar de lado la verdad y quedarse en la idealización del otro. No hay amor allí, pueden llamarlo como deseen, pero ciertamente no lo pueden llamar amor. El amor verdadero, el único en realidad, es aquel que nace de un corazón puro, inocente, apasionado. El que nace de quien se deja llevar por mí en cada uno de mis pulsos, en cada uno de mis latidos. A cada momento les digo cuál es el camino, por dónde andar la senda, más ustedes me desoyen y tuercen el sendero. Les pregunto: ¿por cuánto tiempo seguirán así? ¿Por qué se empecinan en ir por el camino del dolor, del sufrimiento y de la limitación? Cuando es tan fácil seguirme, cuando solamente deben dejarse llevar por mí. Yo no conozco el camino oscuro, el camino del dolor, del sufrimiento y la limitación. Yo sólo puedo llevarlos por la senda del amor sagrado, el que los conduce por la dicha, la pasión, la verdad y el brillo de quienes son en realidad. Ustedes son ángeles humanos. Vibren como tales, no se queden en la pequeñez del mundo. Hagan de vuestra presencia una diferencia en el mundo, pero sólo pueden serlo si se permiten escucharme y me siguen; sigan el dictamen de vuestro corazón, déjenme guiarlos por la dicha de quienes son. Yo conozco el camino, sólo deben confiar, nada más… y nada menos, lo sé.

SERGIO. Pero querido Corazón, también es cierto que la vida es maravillosa cuando la escuchamos, cuando nos dejamos llevar por el vértigo de tu propuesta, el de jugarnos por nosotros mismos y actuar en consecuencia.

CORAZÓN: Actuar más allá del resultado que obtengan, sin esperar que suceda lo que imaginan, sino actuar por fidelidad al propio sentir. Sería mucho más fácil para Nemorino, claramente, sincerarse ante Adina para expresar lo que su corazón canta, lo que su corazón le grita, más allá de la respuesta de ella, pues no se trata de que ella responda a su amor, sino de que él sea fiel a lo que siente por ella. El amor es maravilloso bálsamo y siempre incluye, siempre.

SERGIO: Después de muchas idas y vueltas y con la intervención sabia de la Vida, Adina se da cuenta de su error cuando sufre en ella misma lo que ha hecho sufrir a otro. Pone atención en el modelo que Nemorino le muestra, quien incluso aceptó hacer algo que no hubiera hecho en otras circunstancias, pero que aquí lo hace por el amor que siente hacia ella.

CORAZÓN: Es que, Sergio, la humanidad está como está porque no baja de la mente; se queda allí arriba en su cabecita, en lugar de volver a mí, de bajar al corazón.

Adina, lo único que hizo fue eso, se bajó de la mente y entró en mí; se bañó en mí. Al escucharme, es decir: al escucharse, supo de su error y corrió a repararlo.

Ella representa a la Madre Divina, al femenino quien está en el corazón de Diosa. Ella es quien tiene por tarea ayudar al hombre a mantenerse en su corazón. Los hombres son más mentales, se basan en la idea. El corazón representa al amor; la mente representa al conocimiento. Amor y conocimiento deben estar unidos porque esa es la totalidad: Amor y Luz.

SERGIO: Entonces, en nuestra historia, Adina incluso rechaza al boticario que le quiere vender su elixir, porque ella se da cuenta que no necesita de encantos externos sino de sí misma, de su propio sentir; que tú, querido corazón, sanas y ubicas todo en su justo lugar, siempre. Ella incluso advierte que no quiere perturbar la paz de nadie más, que no tiene ningún derecho de hacerlo.

CORAZÓN: Eso es ser conciente, Sergio. El amor sagrado es aquel que ve la verdad, que va más allá del ego, que incluye al otro, a los otros. Es el que sana, el que ilumina las relaciones. Donde hay exclusión no estoy yo, donde alguien queda fuera, no hay amor. El amor sólo sabe incluir porque lo es todo y cada uno de ustedes son una parte de ese Todo. No hay posesión ninguna, al contrario, hay libertad absoluta.

Ese, es el otro aspecto al que ustedes temen. Temen a la libertad a lo que los hace libres. La conciencia es lo que los libera. Va de la mano del amor y del conocimiento. El conocimiento solo los tiene donde los tiene, viviendo en un mundo de caos. Cuando al conocimiento le unen el amor, entonces se convierte en sabiduría; adquieren conciencia y actúan en consecuencia, como el personaje femenino de Adina.

SERGIO: Para terminar les propongo disfrutar del encuentro de ambos protagonistas de esta historia, que tan sencillamente nos ha reflejado la actitud humana cuando se está fuera del corazón.

CORAZÓN: Querido Sergio, he hablado contigo en muchas ocasiones, y quiero ahora agradecerte el que me hayas dado esta oportunidad de llegar a otros seres. Me resta invitarlas e invitarlos a que por fin se sienten en el trono que guardo en mí interior; es vuestro y sólo espera de ustedes que lo ocupen cuando hayan decidido ser quienes realmente son. Los estoy esperando, los estos llamando con cada pulso, con cada latido. Sé que finalmente regresarán.