viernes, 17 de junio de 2011

LA CENIZA DE LA VOLCANA PUYEHUE: YO HE VENIDO A TRAER VIDA, A DARLE UNA VUELTA COMPLETA A SUS VIDAS MONÓTONAS Y SINSENTIDO

Ceniza: ¡Hola! ¡Soy la ceniza, la conciencia de la erupción piroclástica de la volcán Puyehue.

¡Qué bien que finalmente pueda tener un medio por el que expresarme! He venido con toda mi presencia a comentarles varias cosas que tienen que ver con lo que están viviendo en el campo, la ciudad, la montaña y la meseta donde habitan.

cenizas puyehueTú, mi querido canal, te has sensibilizado con esta situación tan particular que les afecta de igual manera tanto al campo, la montaña como la ciudad. La actividad volcánica con flujo piroclástico (la mezcla de gases y sólidos eyectada que forma las llamadas nubes piroclásticas o nubes ardientes) provoca lluvias de ceniza o grava a gran distancia del volcán, con la ayudada de los vientos.

Mi arena y cenizas están dando la vuelta al mundo, literalmente. Vuelos, actividades económicas regionales y mundiales, la vida en sus diferentes manifestaciones, se está viendo alterada, llamándole la atención al humano sensitivo que se da cuenta que hay algo más tras esta erupción piroclástica. En efecto, es así.

Voy a ceñirme particularmente al sector donde tú vives, querido canal humano, pero bien valen mis comentarios para cualquier otro sitio donde yo me asiente con mis cenizas, grava y arena.

Mi presencia tiene dos lecturas muy claras; una, es la sorpresa, la molestia, la tarea extra que conllevo. La otra, mucho más profunda y dinamizadora, y es la lectura que invito a tener más en cuenta, es que mi presencia advierte y moviliza el interior del ser.

Yo provengo de las profundidades de Tierra. Mi origen es magmático, y al ser expulsada fuera de las entrañas terrestres, llevo conmigo todo aquello que el inconsciente colectivo -de las conciencias asociadas a Tierra- guarda ocultamente a la vista del consciente (Igneón y yo podemos dar fe de ello, pues desde la primera erupción de la volcán, hemos enfrentado muchas cosas que estaban bien ocultas en el inconsciente colectivo de toda las conciencias asociadas a Tierra, de esta dimensión y de dimensiones superiores.)

Para el mundo humano, cada vez que pisan, respiran, ven, escuchan y perciben mi presencia en las cenizas y arena que intentan “borrar” de sus vidas –por las molestias que les produce- están contactándose con su propio inconsciente, aquel que guarda celosamente lo que no han querido resolver, lo que no han querido ver, escuchar, percibir ni sentir con respecto a lo que les bloquea la vida, en infinidad de aspectos.

Yo he venido a remover ese material depositado en lo profundo de ustedes, removerlo y echarlo fuera, para que se den la oportunidad de percibirlo y animarse a abrazarlo con el corazón.

Ese contenido molesto que se mete en todas partes –tanto las cenizas como lo proveniente del subconsciente- está ahí, con ustedes, para que lo amen. Sencillamente lo único que desea es que lo abracen con el corazón y lo reconozcan como propio, que le den un lugar, que dejen de ocultarlo, “limpiarlo” y dejarlo bien metidito en lo profundo de cada uno de ustedes.

Por eso, cuando andan por las calles, cuando están entrando en casa, no dejan de pasar cepillos al suelo, lienzos a los muebles y lavan todo rastro de ceniza y arena –desde techos hasta zapatos- cenizas y arena que les molestan tanto, porque les conectan con aquello que ya está maduro para ser reconocido y resuelto en ustedes, que proviene del propio interior, pero que, sin embargo, en lugar de hacerlo, gastan gran energía en erradicar, evitar, protestar en contra de esa ayuda que les trae la naturaleza para afrontar lo pendiente en ustedes, y esperan a que “algo” suceda y les quite la molestia de su presencia, sin haber visto ni valorar, lo que les está reflejando en ustedes mismos esta ceniza, esta inmensa ayuda que procede de las profundidades de la Tierra.

He venido ante ustedes por expreso pedido de Tierra; ella, en su inmenso amor, quiere que la acompañen seres humanos ligeros, emocionalmente más estables, mentalmente menos densos, físicamente más activos. Ella está pulsando una frecuencia de amor que hasta ahora no había expresado por sí misma ni por las conciencias que se asocian a ella –como la humana, por ejemplo- y debido a ese pulsar amoroso, toda la vida asociada a ella, -y en especial la humana, que es la máxima conciencia terrestre-, está siendo llamada a asociarse a su actual vibración.

Sol, con su energía dadora de vida para Tierra y sus habitantes, también está sintonizándose con el llamado del Amor, pulsando esa energía después de eones que no lo hacía; había olvidado cómo era pulsar en Amor.

Tierra, como uno de sus cuerpos celestes gravitando a su alrededor, ya se está asociando a esa energía, confiando en ella con genuino amor también.

Queda ahora que la vida en Tierra, las conciencias que están asociada a Tierra, también se esmeren en igualar, a su nivel, ese llamado que pulsa desde su interior, aquel que vibra una frecuencia ligera y liviana, tanto, que su contenido, expresado en mis cenizas, ha cubierto los cielos de prácticamente todo el mundo conocido. No hay vuelta atrás, no hay más esperas sinsentido.

Ha llegado el momento de comenzar a ver, a percibir, a sentir, la UNIDAD de la Vida. Esa Unidad ya pulsa desde el interior terrestre para todas las frecuencias de vida manifestada en Tierra.

Cada una y cada uno de ustedes que me está recibiendo en la lectura de este sentir que expreso, está resonando con esa Verdad, con la Unidad de la Vida que ahora se empieza a manifestar dentro de ustedes y alrededor de ustedes.

Cada erupción volcánica de tipo piroclástica con material suspendido en el aire, es una nueva oportunidad para dejar salir del propio interior aquello que ha estado allí esperando hasta que la presión fuera lo suficientemente grande como para eructarlo y así, traerlo al consciente, para ser abrazado como parte de sí mismo y reconocerlo; para ser recibido con los brazos abierto y así, simplemente, iniciar el proceso de su incorporación y liberación al propio proceso evolutivo del ser que está experimentándose en la vida de manifestación.

Siempre, y lo vuelvo a expresar: s i e m p r e, mis cenizas, arena, grava y piedra pómez, tienen un efecto sorprendente para la misma Vida. Primero, ¿qué hacer conmigo? ¿De qué manera me incorpora a ella misma? Desde el mental humano, soy un incordio, estoy recibiendo maldiciones a cada instante, se me desprecia y busca evitar; no dejo de ser una verdadera molestia. Pero también, para la misma Vida, soy necesaria porque traigo regeneración y renovación profundas.

Primero, al llegar a la superficie, detengo el pulso adormecido y monótono de la Vida. Luego, la Vida me incorpora de la mejor manera que puede; si no lo logra en todas sus facetas, entonces desecha lo que no puede incorporarse a mí, lo elimina. Pero luego, en un tiempo prudencial, esa misma Vida me abraza plenamente, porque lo que logró incorporar y abrazar de mí le da nuevas fuerzas, nuevos bríos, la renueva incuestionablemente.

Yo invito a cada quien que me está leyendo a hacer algo similar con mi presencia en sus propias vidas (esté cerca físicamente de ustedes o solo en conciencia). Tienen conmigo una oportunidad única que les otorga la mismísima Tierra, la oportunidad de fluir con la Vida, o la de rechazarla y hundirse en la propia lucha interna, aquella que nace de no querer abrazar lo que ya está listo para ser incorporado en el propio consciente.

Yo he venido a traer Vida, a darle una vuelta completa a sus vidas monótonas y sinsentido. Estoy aquí para ayudarles a renovarse, a vibrar con el nuevo pulsar que Tierra, Sol y la mismísima Madre Conciencia Creadora están sosteniendo para toda la manifestación: la UNIDAD de la VIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario