miércoles, 1 de mayo de 2013

El Calendario de la Vida

Queridos todos, en estos últimos días hemos estado trabajando intensamente con los bosques de esta bella zona de la Tierra, la Patagonia. Tanto los bosques como los animales que los pueblan están totalmente el-calendario-de-la-naturaleza_thumbsintonizados con el Tiempo Verdadero o Tiempo Real del Universo, donde trascurre la verdadera vida, muy diferente a la vida artificial y lineal, que experimentamos los humanos actuales y que se ha creado para experimentar la mente racional, ¿pero no se dieron cuenta de que ese tiempo de experimentación racional ya ha terminado? Hay muchas señales de que así es, pero pocos se dan cuenta…por eso quienes nos damos cuenta de que así es, hablamos, nos expresamos, para llamar a la cordura sintiente al resto de nuestra especie humana.

Comparto la sabiduría del Calendario de la Vida, asociarse conscientemente a él es ahora vital y muy necesario…

Sergio Vida: El Calendario de la Vida quiere hablarme; me mantuvo despierto desde el amanecer, dándome vueltas alrededor de mi cabeza, pues mi yo profundo está asociado con él. Siento que tiene que ver mucho con el proceso de recuperación hacia el Tiempo Verdadero, el genuinamente creativo. Así que, Calendario de la Vida, soy todo dedos en el teclado –y oídos en no sé donde de mí.

Calendario de la Vida: Hola, mi buen y aplicado ‘alumno’. Soy el Calendario de la Vida, el calendario genuino y único que la vida toda respeta y crea permanentemente. Sí, crea, porque soy muy versátil al estar vivo. La vida toda, la única, no puede avenirse a calendarios muertos, calendarios que en nada se asocian a la vida verdadera, la vida que siempre es cambiante y se está reinventando a sí misma.

Como su calendario, lo que hago es recordarle los grandes procesos que ha de tener en cuenta a la hora de producir cambios, innovaciones creativas –se refiere a nuevas formas de vida y a nuevas maneras de vivirse a sí misma- y crear modos de experimentarse en la manifestación.

El humano verdadero existe, pero no tiene nada que ver con el que hoy abunda y pulula sobre la superficie de Tierra, y en algunos casos dentro y fuera de ella.

El humano verdadero es el que deja de lado una sonatina monocorde y asesina de la vida, la de la reiteración interminable y ausencia de verdadera asociación con todas las partes que la integran, aún cuando crea que está separado de todo lo que le rodea.

La vida creativa se expresa por medio de los humanos que están despiertos, que aman su experiencia, su existencia y que hacen de sí mismos un verdadero canto a la vida que se expresa por ellos. Esos seres captan la presencia de mi conciencia y paulatinamente comienzan a transitar un derrotero muy salvaje e incierto, pero tremendamente noble y genuino. Ese derroto es el que termina por asociarse conmigo, con la conciencia de la vida cambiante que se expresa gracias al calendario vital que yo soy.

Con el advenimiento de un nuevo ciclo vital galáctico llega también un período de renovación de toda la experiencia como se la ha conocido hasta ahora. Yo vengo a llamar a quienes quieren asociarse conmigo para salir de la caja de condicionamientos en la que han vivido hasta ahora. Es ahora que tiene lugar mi presencia; es ahora que te llamo, humano vivo querido, a que te unas a la expresión genuina de la vida toda. Soy el Calendario de la Vida y vengo a darte algunas orientaciones que te ayudarán a hacer la transición hacia mí guía materna y amorosa.

A nivel de Tierra, hay varios calendarios que se unen en mí y que dan sentido a la expresión de la vida dentro de parámetros generales de la existencia. Hay un proceso galáctico de traslación del sistema solar donde está Tierra en torno a Alción; otro de éste en torno a otra estrella y a su vez de esa a otra y otra hasta completarse los ciclos naturales galácticos. A efectos terrestres y de su vida en la superficie, basta con saber del ciclo alciónico y no más.

Dentro del ciclo solar donde Tierra existe, las cosas son algo más conocidas por el humano de superficie. Cada traslación espiralada y única, ubica al sol y a Tierra en un lugar totalmente nuevo en cada revolución, lo que hace que tanto el sol como la tierra se vean afectados para bien por energías naturales que los renuevan y vigorizan; es tiempo para el humano despierto actual de entrar en ese tiempo en el que la vida se recarga una y otra vez.

Dentro de los ciclos terrestres, hay uno asociado con la traslación y tiene que ver con la sucesión de cambios estacionales, que vistos desde la perspectiva de la vida, jamás se repiten, por más parecidos que puedan parecer. Otoño, invierno, primavera y verano se suceden naturalmente unos a otros, pero en un contexto solar y alciónico nuevo cada vez, por lo que las energías que se reciben en cada cambio estacional son únicas.

Es preciso tener esto en cuenta; jamás volverá a existir un otoño con las características de este, simplemente porque la vida se reinventa siempre y nunca repite nada; la repetición está solo en la muerte que se produce por acción de la omisión humana a plantarse en la vida.

Otro ciclo que me conforma es el ciclo diario. Ningún día es igual a otro, jamás. Cada día es único porque está basado en la eternidad de la existencia de la conciencia; acaso, ¿tú eres exactamente igual hoy que lo que eres en otro día? Claro que no.

Cada día tiene su propio ritmo y su propio ciclo de sucesiones estacionales. Amanecer, mañana, zenit, tarde, anochecer y noche. Estaciones diarias que se suceden unas tras otra, y hasta ahora sin la presencia humana viva en ellas. Digo así porque el humano común vive a espaldas de la vida verdadera. Corre sin sentido entre disquisiciones y devaneos mentales que solo son virtuales y no existen nunca, ni nuca existirán. Son muy curiosos estos animales de comportamiento nada natural (los humanos somos animales mamíferos, aunque vivamos creyendo que únicamente somos humanos racionales).

Ahí radica la causa central de su problema, en no reconocerse animal. El animal es muy sabio y vive en íntima conexión instintiva conmigo, con el Calendario de la Vida. No racionaliza nada de su contacto con la vida verdadera en la que está, simplemente se deja vivir y orientar por mí. Ahora le llega el turno, finalmente, al humano que va despertando, al humano que quiere salirse de la caja de condicionamientos mentales que no le deja ser… porque él no quiere Ser genuinamente.

Volviendo a mí, dentro de cada estación diaria hay un sutil cambio de energías que van sucediéndose en los momentos clave del día. Si pones atención, tanto minerales, como plantas y animales van mutando su energía conmigo, mientras voy recorriendo las diferentes estaciones, dentro de las mayores estaciones –se refiere a las estaciones galácticas, desde Tierra a Alción- que combinan en una magnífica obra de arte sutil y a la vez muy presente y mensurable por los sentidos fuera de los cinco sentidos dentro de los cuales los comunes se han dejado encajonar.

(La mayoría de los científicos que estudian la percepción humana ya no asumen que tenemos cinco sentidos: el gusto, el tacto, el olfato, la vista y la audición. El rango aumenta de un conservador número de diez sentidos a un máximo de treinta, incluyendo los niveles de azúcar en la sangre, el estómago vacío, la ecolocalización (propia de ballenas y delfines), la sed, la propiocepción o propia percepción, detección de peligro, percepción extrasensorial, la posición corporal y más. La lista está creciendo…).

Vengo a invitarles a abrirse a la percepción consciente de los otros sentidos, los que se asocian conmigo, ya que los cinco sentidos básicos solo sirven para interactuar con la materia, pero no con la energía que anima a la materia. Es tiempo de crecer y dejar la adolescencia eterna en que los humanos han estado viviendo, de espaldas a la vida, adorando la muerte y hurgándose el ombligo como máximo contacto con la vida. Hurgarse el ombligo está bien mientras se es niñato; pero; ¡basta ya! ¡A crecer de una vez, que la vida bien lo vale!

Por ahora te dejo con este mensaje lleno de mucho que encajar e investigar. Sembrado el bichito de la existencia verdadera y de mi presencia en ella, te dejo con un gran chaparrón sobre tu cabeza, ja, ja, ja (lo dice porque aquí en Patagonia, ese día llovía a cántaros, y también lo decía como un juego de palabras, para decir que el agua santa (toda agua es santa) limpia la racionalidad del humano, si este permite que así sea).

Lectura del Otoño 2 013

Los árboles, los bosques, los animales…los niños muy pequeñitos no viven de acuerdo al reloj, como los adultos, no viven de acuerdo al pasado o el presente de la mente, viven conforme al único tiempo verdadero que existe, el Eterno Presente o tiempo del corazón, es después, cuando se ‘socializan’ que van perdiendo su instinto sintiente, su forma mamífera y genuina de estar en la vida, para ser aceptados por los adultos racionalizados al máximo (también les pasa a algunos animales domésticos, que pierden su sabiduría de mamífero por estar demasiado en contacto con los humanos racionales). Así pierden también lo que tenían naturalmente al nacer, su telepatía o comunicación natural, medio de comunicación por el que se que transmite información en la Vida Natural de Tierra y en la Vida Universal, y que está basado en la inteligencia del corazón, pues la telepatía es una de las herramientas del corazón, herramienta que ahora estamos recuperando los humanos.

Ardilla Nueces Apiladas_thumbEsta lectura del Otoño 2013 para el Hemisferio Sur la hice a finales de febrero, pero es de total actualidad, puesto que el otoño aquí, en este hemisferio, comenzó el pasado 21 de marzo. Este otoño va a ser MUY diferente, trae UNA TRANSFORMACIÓN TOTAL Y EVIDENTE, y este otoño del hemisferio sur es importante para todos, aunque se viva en el hemisferio norte.

El verano tardío está en su apogeo, anunciando la llegada de su transformación en otoño; un otoño muy particular porque será indicador clarísimo de la transformación que cada quien haya venido haciendo –en pasos definidos y certeros que lo conducen al cambio- para estar renovado en su capacidad de entrega de frutos largamente madurados durante la vida. Madurados por diferentes procesos.Quienes hayan asentado su caminar en el sendero de la naturaleza, se darán cuenta del enorme avance que han hecho, simplemente porque se han enfocado en la sencillez, la no exteriorización del mismo y en que se sienten notablemente alegres, genuinamente alegres consigo mismos, más allá de logros externos.

El otoño 2013 -asociado a la naturaleza de la Patagonia andina- se está gestando en este preciso período previo al equinoccio próximo. En tal sentido, una energía de profunda fructificación y cambio se esparcirá sobre toda la región.

Potenciará los frutos de conciencia madurados a conciencia y no por fuerza o por conveniencia. Es decir que hará aterrizar a la mente que se cree conciencia y potenciará a la conciencia que se fue asentando en el cuerpo y en el proceder de quien la dejó aflorar para madurar en frutos concretos, sabrosos y muy nutritivos para todos los que se acerquen a degustarlos.

Las acciones emprendidas a favor de la vida se verán plenamente favorecidas en hechos que se concretarán para quienes así hayan procedido y andado en los últimos tiempos de la experiencia, colmándolos de logros –frutos maduros- y de ganancias de conciencia concretamente asentadas en la vida cotidiana.

Sin embargo, el otoño no dura para siempre y en su segunda fase se prepara a la vida para afrontar al invierno, que este año también tendrá de las suyas. Esa segunda etapa otoñal es para llevar a lo profundo de sí los nutrientes y energía que se consiguió concentrar en la primera etapa, mediante los frutos entregados en el verano tardío. No hay que quedarse con los frutos en canastas y cestos sino que hay que transformarlos en cosas concretas que se puedan conservar para pasar el invierno y llegar a la primavera con el renacer de la energía creativa.

Mi compañera Rowina recibió a la ardilla, en asociación con lo que yo percibí del otoño:

MENSAJE DE LA ARDILLA: “RECOGE, RECOGE, RECOGE”

Ha venido una simpática ardilla delante de mí, con una nuez en sus patitas delanteras…

Ardilla: Recoger, recoger, recoger para el duro invierno, es lo que tenéis que hacer los humanos sabios que sabéis leer las señales de la vida. Las señales siempre están, pero los humanos muchas veces las pasáis por alto. Los animales leemos esas señales en la Naturaleza, en especial en los vientos. Los animales prestamos especial atención a los vientos (son los que transmiten la información que llega desde todos los puntos cardinales).

El verano tardío se acaba, comienza el otoño, un otoño inolvidable para todos, pues trae una gran transformación, una modificación en la forma de vivir y de estar en la Tierra de todos con todos (vamos a relacionarnos de forma diferente con otros, de nuestra misma especie y de otras especies).

Hasta aquí ha sido de una forma y a partir de ahora será de otra MUY distinta, muuuuy distinta, querida Princesa.

Sé sabia, escucha las señales más que verlas, escucha el viento del otoño, trae el mensaje de que da comienzo la Restitución al Orden Natural en la Tierra, da comienzo su Restitución a la Línea de Tiempo que está en consonancia con el Real Tiempo del Universo. Nosotros los animales deseamos que eso llegue para poder vivir en paz y armonía en esta bella Tierra, el Hogar de todos nosotros. ¿ves esta nuez que cargo?

Rowina: Sí…

Ardilla: Guardo para el invierno, recojo los frutos más sabrosos y los guardo para el invierno. Este invierno será largo y duro (se refiere a algo más que al invierno físico), habrá una profunda hibernación para salir muy renovados de ella, muy distintos. Los animales lo sabemos y vamos recogiendo la comida que nos mantendrá con vida en estado de letargo y silencio, para rebrotar con vigor en la próxima y alegre Primavera (en el caso de los humanos, no es solo comida lo que tenemos que ir guardando, sino otros ‘alimentos’ para elaborarlos durante el invierno y darlos a luz en la primavera, proyectos de nuestro corazón que quieren ver la luz en la época del renacimiento de la vida: la primavera).

Querida Princesa, tú también has de recoger tus propias nueces para el invierno, esto te mantendrá con vida mientras dure (me mantendrá elaborando mis proyectos del corazón) como nos mantendrá a nosotros, las ardillas.

Y, querida, come nueces, en España como MUCHAS nueces, las vas a necesitar para mantener tu cerebro bien expandido y atento (dentro de una semana voy a España) bien en contacto con la Noosfera de la que ya formas parte consciente.

Tennos presentes a las ardillas, te hará mucho bien hacerlo.

Caminando la senda hacia la recuperación del humano natural

“Cada uno recibe un nombre al nacer, pero lo perderá cuando crezca, ya que elegirá un nombre más apropiado para sí mismo. Es de esperar que el nombre de cada persona cambie varias veces a lo largo de su vida, a medida que su sabiduría, su creatividad y sus objetivos se transformen. Cada nuevo nombre que elija, le definirá con mayor claridad al ir transcurriendo su vida”.

Los Auténticos, del libro ‘Voces en el Desierto’ de Marlo Morgan

Drimys_winteri_2_jpgdeppe_thumbQueridos todos, aquí comparto esto que he escrito donde cuento por qué sentí el impulso interior claro de dejar de comer alimentos desnaturalizados y artificialmente civilizados, para retomar -aún más- una alimentación que me permita una mayor sintonía con la Vida Natural. Mi misma inteligencia corporal –que no mente- me llevó a tomar esta decisión. Al cabo de los días, me di cuenta de que como Humano Civilizado así daba mi primer paso en la Senda Natural de la Vida, optando, voluntaria y conscientemente, por abandonar una alimentación que me mantiene en la civilización, es decir, acidificado, apático, reiterativo, incapaz de renovarte.

Al final de este post, hay un vídeo de Gogo Bela, donde nos habla de la importancia de adoptar una alimentación alcalina para sentirse ligero, vigoroso y creador, justo lo que necesitamos ahora.

La Vida Natural, ha hablado de la importancia de cultivar también una forma de ser alcalina ante la vida, que es aquella que demuestra VIGOR, DETERMINACIÓN, LIGEREZA, ALEGRÍA Y CONFIANZA. Dijo que cuando cultivábamos una alimentación alcalina y una actitud alcalina de Vida, la vida te registraba, te tenía en cuenta y atendía tus necesidades.

Experiencia compartida:

Han pasado ya varias semanas desde la experiencia que voy a compartir aquí, pero fue necesario esperar para asentarla y así hacerla carne en mí. Es una experiencia que me ayudó a comprender cuán esencial es ahora volver a lo natural y alejarse de los vicios de la civilización, producto de la exacerbación mental.

La manera que tengo de percibir la ayuda de mi ser interior, de mi corazón, es escuchando los impulsos y sensaciones interiores que tengo. Me lleva unos pocos días darme cuenta de su “llamado” a actuar, pero ni bien lo hago paso a la acción eso que intangiblemente percibo en mí.

Desde el primer día de enero de este año 2013 inicié un proceso de depuración corporal. Lo hice modificando mi dieta alimentaria sustancialmente. No hablo de ayuno sino de dejar de ingerir aquello que instintivamente sentía que ya debía dejar atrás del humano viejo, acosado y rendido por el código alimentario.

Sé que es complejo separarse de él, de ese código ‘legal’ de intoxicación alimentaria, pero sí se puede atenuar en mucho su actuar en nosotros. En lo personal, hace ya años que he modificado mi alimentación hacia un modo más sano, pero igualmente no dejaba de caer en su telaraña malsana con ciertos alimentos.

A pesar de su poder, del poder del código alimentario, me he mantenido en mi camino de desintoxicación de la alimentación artificial legalizada y apoyada por el Estado. Hay maneras de evadirla y de alcanzar un modo más natural de nutrirse.

¿Adónde quiero llegar con todo esto? ¿Por qué lo comparto? ¿Qué me mueve a hacerlo? ¿Por qué siento que es un paso inequívoco hacia una mayor libertad? ¿Qué significa volver a ser un humano natural?

Para quienes hayan leído la publicación que titulé “La Conciencia del Corazón” seguramente saben a qué me refiero. El código alimentario nacional no es otra cosa que una herramienta más del sistema de control que intenta dejarnos dopados, enfermos y lejos de nuestro poder personal genuino. Es una apuesta muy bien lograda para sostener a la población sumida en la inopia y totalmente adictiva a aquello que la mantiene cada vez más sometida al control por parte del poder oculto. Nuestros gobiernos nacionales, de cualquier país, acatan el mandato y aprueban estas formas de control que, dicho sea de paso, les interesa para poder perpetuarse en el poder.

El ciclo mental de experimentación humana llegó a su término con el fin de 2012. 2013 ha llegado con renovada energía, ha llegado trayendo la impronta de lo natural, lo genuino y verdaderamente materno que siempre es simple y tiene en cuenta al conjunto de la vida.

La apuesta espiritual o de conciencia ahora pasa por la vida natural, la vuelta a la vida regida por nuestra gran mamá, la Tierra. Hemos vivido de espalda a ella, esquilmándola sin descanso, combatiéndola como si no fuéramos parte de ella, como si nuestro cuerpo nada tuviera que ver con la naturaleza y como si esa naturaleza nada tuviera que ver con nuestra supervivencia.

Nos hemos alejado de la vida natural, entregándonos a la vida mental que nos ha llevado al abismo ante el que nos encontramos como colectivo humano, como especie entre las especies de la naturaleza a la que pertenecemos.

Ese alejamiento lo hemos conseguido sumergiéndonos en un proceso de civilización sin precedentes en la vida humana, un proceso de dualidad extremo. Ese proceso nos ha llevado al desquicio, la humillación individual y la falta total de sentido común. Es lo que pasa cuando le damos la espalda a la vida natural y nos embarcamos en un proceso de profundización del plano mental.

La civilización no es natural, es totalmente artificial y como tal tiene fecha de vencimiento ante la naturaleza que sí es natural. La civilización nos ha llevado a entregar nuestro poder personal en aras de una supuesta mejora, entendida como aprobación social, impulsados por el miedo.

En ese proceso nos hemos desconectado de quienes somos, hemos aceptado lo inaceptable para la vida y ahora toca elegir si queremos seguir por ese camino ya sin vida alguno o si por el contrario, tomamos una profunda bocanada de aire fresco, nos reconectamos con la vida natural y sobre la experiencia vivida le damos un giro magnífico a nuestra existencia ya prácticamente apagada.

El escenario que tenemos por delante es serio pero con posibilidades de solución. Sin embargo, esa solución no vendrá del mundo civilizado –aquel que se basa en que hagamos lo que otros mandan, delegando en los demás nuestro devenir por la vida- no; vendrá de manera individual, vendrá a través de la victoria individual de cada humano que decida jugárselas por sí mismo –tal vez por primera vez en su vida- y comenzar un camino desafiante, nuevo, pero totalmente prometedor. Un camino que nos ayudará a recuperar nuestro poder personal, a volvernos sanos, desintoxicados –física, mental y emocionalmente-, conscientes y actuantes de la propia relación consigo mismo y con el entorno. Un ser que suave e inequívocamente retoma el mando de su propia vida en el conjunto de la Gran Vida.

Ahora nos toca volvernos actores conscientes de Tierra, dejando atrás nuestro papel de meros espectadores de los juegos de poder de la civilización que llega a su fin. Es el tiempo de la victoria colectiva, nacida de la victoria individual. Es el tiempo de animarse a reconocerse actor inigualable en este juego fascinante que es la vida natural, la única verdaderamente viva.

¿Crees que estar vivo es lo que se nos vende como objetivo de logro? Siéntelo bien. Pasarte décadas trabajando en condiciones límite, endeudado para vivir según un modelo insostenible y esclavizante, hacinado en cajas de cemento totalmente carentes de belleza, en ciudades donde lo que sobra es contaminación y lo que falta es vida natural. Cumpliendo hitos sociales que solamente son valiosos para propagar el sistema dominante a costa de tu propia vida: tener un empleo para ser productivo para otros, casarte y tener hijos –para que tomen la posta cuando tú seas desechado del sistema por viejo o inútil- a los que cobijarás como puedas en un techo que hipoteca tu vida; ah, y un vehículo, consumir tecnología, moda y pautas sociales artificiales innecesaria para mostrarte y moverte por tu ciudad, contribuyendo al deterioro de tu propia salud.

Cada uno de nosotros, de acuerdo a sus posibilidades y a cuán fiel le es al llamado de su corazón, está siendo invitado a cambiar esa civilización artificial por una vida social más vital, más en contacto con la vida verdadera que siempre es sencilla. Una vida que respeta a la Vida porque se da la oportunidad de volverse lo más cercano a ella que puede. Volviéndose humano natural.

Siento que con 2012 culminó una etapa del alineamiento interior con nuestro ser. Hasta ahí estuvimos buscándonos más allá de las estrellas, en el mundo espiritual. Ahora, 2013 nos invita a bajar a tierra ese alineamiento interior; nos invita a ponerlo en práctica mediante una elección de estilo de vida que vaya acorde con quienes hemos descubierto que somos hasta ahora. Es la invitación a volvernos sencillos en los modos, en la forma de vida, en nuestro andar por ella, despojados de artificialidad. La artificialidad es propia de quienes no se conocen a sí mismos, de quienes aún andan dormidos por la vida, creyendo lo contrario.

Ya no tiene importancia capital saber nuestro nombre de esencia, la misión de nuestra vida ni perdernos en el servicio –entendido como renunciar a uno mismo por los demás. Ha llegado el momento de la Unidad. Ha llegado el momento de abandonar la dualidad que se nos ha animado a abrazar hasta nuestro último hálito de vida.

El Consejo Espiritual de nuestros hermanos Animales se refería a nosotros de esta manera:

Sabemos que en su centro existe la gran guerra entre la luz y la oscuridad: el Universo dividido y dual que son ustedes se mantiene en constante pugna. Y les amamos, admiramos y respetamos por ello, sabemos que esta exploración que ustedes hacen significa mucho para la expansión del universo. Pero también sabemos que tarde o temprano saldrán de esa nube oscura en la que se han metido, en esa selva enredada e infinita de sus pensamientos y sus emociones retorcidas… cada vez que hemos tratado de trenzar con ustedes nuestros destinos y generar así una poderosísima Unidad, su oscuridad nos ha atrapado y triturado.

Abrazar la Unidad forma parte de la senda hacia el humano natural. Estamos siendo llamados por la vida a dejar de alimentar esa dualidad que le ha servido al Cielo para que ‘allá arriba’ puedan explorarse a sí mismos a través de nosotros, y también equilibrarse.

Abrazar una alimentación más tendiente a lo natural, sin aditivos ni salsas y adornos que encubren el verdadero sabor de la comida, va de la mano con hacer lo mismo con la unidad. Terminar de polarizarnos eternamente y volver al centro donde somos Uno.

Ser Uno es mucho más sencillo de lo que se nos ha hecho creer. No requiere de prácticas tediosas ni de interminables meditaciones y ejercicios; no. Se alcanza simplemente decidiendo abrazarse a uno mismo en unidad, con todo lo que cada uno es. Es dejar de pelearnos en nuestro interior y apostar por nosotros mismos por primera vez en tantísimo tiempo.

En lo personal, en esta semana pasada me di cuenta de esta sencilla cosa. Que se trata tan solo de un acto consciente de iniciar un nuevo camino neuronal en el que la dualidad no tiene cabida, en donde me vivo en unidad, apoyándome conscientemente en quien soy ahora como humano.

Esto no quiere decir que he dejado de abrazar ser mejor persona, no. Pero sí que he abrazado mi unidad tal y como soy, sin modelos externos impuestos por la civilización que me ha moldeado por tanto tiempo, más allá de esta vida en la que me llamo Sergio.

Me he dado cuenta de que llegué a un punto en el que he de unirme a la vida verdadera, la natural, la que Mamá Tierra me muestra a cada momento. La vida en la que la reconozco superior a mí y que gracias a ella existo en mi experiencia actual sobre ella.

Todos, sin excepción, hemos vivido dualmente; mostrando una cara diferente a la que en realidad somos en nuestro interior. Nos hemos hecho hipócritas por civilización. Cuando podríamos ser auténticos, como los Auténticos (aborígenes) que aún andan por tierras ignotas, guardándose bien de ser advertidos por los civilizados que no perdonan la osadía de ser uno mismo.

Nuestro apellido civilizado refleja a las claras la división entre nosotros. Los hay de mayor y menos rango o categoría; no es igual un doble apellido que uno simple; tampoco, un apellido común que otro raro o de rango abolengo. Ni qué decir si es de origen anglosajón, galo o europeo en general.

El mío, de origen anglosajón, deviene de un pueblo guerrero, dominador, colonialista que en sus formas ‘correctas’, más que abogar por la vida lo que ha hecho es perfeccionar formas de aniquilarla o combatirla. Eso no es unidad con la vida, tampoco ha sido amoroso conmigo ya que he vivido en carne propia esa forma de dominación e intento de aniquilación de quien soy en esencia, al ser sistemáticamente negado por él al no aceptar sus condicionamientos.

Necesité hacer un acto de restitución de mí mismo renunciando a mi apellido familiar cargado de civilización, desvinculándome de su continua separación de la vida, que se anteponía a ella y por encima de ella. Al hacerlo me he liberado de su dualidad malsana, de su intento por perpetuar la civilización sin vida a través de mi.

Pero ni bien di ese paso en mi interior, descubrí que en realidad sí tengo una familia que me honra y abraza tal cual soy, la única familia humana natural donde todos integramos un único apellido, un único nombre de familia: Green, Verde, Grüne, Vert o Berdea. Todos somos Green porque pertenecemos a la única familia humana que existe en Tierra. Los nombres de esencia, los apellidos humanos distraen de lo esencial que es volver a la vida natural, donde la igualdad es una forma de vida y no una mera frase esgrimida por clérigos, políticos y grupos de la resistencia.

Cuando hablo de igualdad me refiero a que la vida no hace diferencias con ninguna de sus manifestaciones. La vida vela por cada uno de nosotros, la vida natural. Así, el humano natural vela por la vida en todas sus formas y manifestaciones diversas.

Eso no sabemos lo que es, pues hemos estado empeñados en una batalla campal contra la vida, tratándola de dominar sin resultados definitivos (¡gracias a la Vida!)

La vida nos está invitando a ser parte de ella por primera vez en mucho tiempo de nuestra historia humana. El camino hacia la ascensión es ascender de humano civilizado a humano natural. Ascender en consciencia es un movimiento horizontal, no vertical. No tiene jerarquías ni divisiones de ninguna índole. Es interdependiente, profundamente interdependiente.

Honrar la vida es honrarme a mí mismo primero porque si no lo hago conmigo, ¿cómo podría hacerlo con nadie más? Esa honra se inicia con mi abrazo a la única familia humana que existe; esa honra continúa con mi desintoxicación de todos los estragos que dejé que la vida civilizada hiciera conmigo –alimentación, emociones, pensamientos díscolos, comportamientos hipócritas, tecnología innecesaria, híper consumo de recursos, etc.

He sentido que aún cuando hayamos estado de espaldas a la vida terrestre, ésta nos está dando una pausa sagrada. Me refiero a que está dándonos tiempo extra para que la abracemos con humildad en nosotros y nos reposicionemos ante la vida en Tierra de la mejor manera que podamos, ya que luego de esa pausa naturalmente se iniciará una serie de procesos de homeostasis –(designa la tendencia general de todo organismo al restablecimiento del equilibrio interno cada vez que éste es alterado)- de la Tierra, que la devolverán a un equilibrio sano para ella.

No hablo de catástrofes ni de designios del Cielo, no. Me refiero a que con nuestra sistemática aniquilación de la naturaleza y sus recursos naturales nos hemos puesto solitos al borde de un cambio que ya no tiene vuelta atrás. Ese cambio está asociado con la modificación profunda de los patrones climáticos naturales, el adelgazamiento de la capa de ozono y el consecuente aumento de los volúmenes de rayos UV negativos, el agotamiento de mares, océanos tierra fértiles, megaminerías, contaminación de agua, aire y suelo.

Todos somos co-creadores de esta realidad y también lo somos de su solución. No podemos volver atrás, pero sí podemos modificar nuestros patrones de consumo y de relación con la naturaleza, con lo que nos rodea y con todas las manifestaciones de la vida natural. Ahí sí que podemos y tenemos un papel preponderante. El cambio es grupal, sí, pero únicamente mediante el cambio individual, por consciencia.

El desafío es muy grande porque cambiar patrones de consumo nos cuesta mucho. Nos resulta más accesible y fácil cambiar de creencias que de hábitos de vida. Es en esos hábitos donde estamos divididos, donde somos duales, donde vivimos de espaldas a la vida, donde nos hemos vuelto depredadores insaciables de la Tierra, bajo quimeras muy bien publicitadas que compramos para engañarnos en nuestra triste vida.

El escenario de vida en el que vivimos como sociedad humana no va a cambiar por magia, ni por ciencia infusa, el escenario va a cambiar con la participación activa de cada uno de nosotros. Todos sabemos lo que tenemos que hacer, nuestro corazón nos lo está gritando. ¿Qué esperamos para arremangarnos y poner manos al asunto?

Actores, ¡a escena!

GOGO BELA Y LA ALCALINIDAD COMO ESTILO DE VIDA

http://vimeo.com/43957920