viernes, 25 de septiembre de 2009

LOS GRILLOS

SERGIO: Hace ya días que me encuentro con grillos por todos lados dentro de la casa. Pero hoy ya fue más allá; vino a mi encuentro a conversar y ponerme al tanto de tu energía como animal espiritual. Lo comparto con ustedes, pues tal vez se sientan atraídos a su mensaje y resulte ser vuestra medicina animal.

GRILLO: Nosotros los grillos somos los que comemos desperdicios,  plantas vivas y hojas caídas. Vivimos bajo rocas, troncos, praderas, pastizales, junto a los caminos y hasta dentro de las casas, como en lo de Sergio. Debido a nuestra actividad nocturna, los mitos ancestrales nos asocian con energías lunares de intuición y sensibilidad. Cuando esta energía es plenamente desarrollada en la persona, la lógica se equilibra con la intuición. Cuando no lo está, el grillo individuo toma todo lo que le sucede a su alrededor muy a pecho, lo que lo pone en un lugar de víctima de las circunstancias. Le sigue la discordia emocional. Si esto es así, debe tirar hacia sí su campo de energía y hacer algún tipo de ejercicio aeróbico; lo recomiendo grandemente. Eso le ayudará a fortalecer su centro emocional y enraizar su cuerpo físico.

Conocidos como los músicos de la naturaleza, a los grillos se nos puede escuchar chirriando con fuerza, especialmente durante el período del cortejo. Ese sonido lo logramos frotando nuestras dos alas frontales. Los grillos no sólo nos juntamos al unísono con otros machos tratando de hacer el sonido más fuerte posible, sino que también usamos nuestro ingenio para encontrar pareja.

De nosotros pueden aprender cómo tener recursos y usar el propio ingenio para lograr el resultado deseado. Además servimos como barómetro del tiempo meteorológico. Como buenos artrópodos –como ustedes suelen nombrarnos-, no poseemos regulación interna de la temperatura corporal. A medida que la temperatura ambiente aumenta, también lo hace nuestro metabolismo y comportamiento. ¿Cómo pueden ustedes saberlo? Pues porque el  sonido se hace más rápido según más cálida sea la temperatura ambiente. Cuando al unísono nos callamos la boca, por decir, o sea que detenemos el sonido que hacemos con las alas, significa que se aproxima una tormenta. Aquellos de ustedes con esta medicina deberían prestar atención a las advertencias de nosotros los grillos. Las tormentas son simbólicas y pueden indicar que se les acerca un desafío emocional, mental o físico.

Si han prestado atención, aparecemos en las casas a fines del invierno, por lo que cuando nos vean, sepan que la primavera ya está llegando y que los días se han vuelto notoriamente más largos. Somos mensajeros del calor, la luz y la vida.

Nuestras patas traseras están modificadas para saltar. Lo hacemos sobre situaciones difíciles sin esfuerzo y siempre eligiendo aterrizar en un ambiente más placentero. Si ustedes quieren, podemos enseñarles cómo hacer lo mismo. Somos un aliado poderoso que encarnamos las cualidades de la fe y confianza también. Todo lo que necesitan hacer es seguir nuestra guía.

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