sábado, 3 de octubre de 2009

ELIXIR DE AMOR, parte 2

CORAZÓN: Aquí cabe decir que el hombre puede llevar a la mujer al paraíso o al infierno, es verdad. Pero no menos cierto es también que será en función de la propuesta que ella, la mujer, le haga a él. En este caso, ella sólo le propone seguirlo sin amarlo realmente, sólo para atormentar a Nemorino y el nuevo pretendiente es eso lo que le dará a ella.

Esta relación se presenta una y otra vez, es el amor romántico que ve en el otro lo que quiere ver y no lo que es. Es dejar de lado la verdad y quedarse en la idealización del otro. No hay amor allí, pueden llamarlo como deseen, pero ciertamente no lo pueden llamar amor. El amor verdadero, el único en realidad, es aquel que nace de un corazón puro, inocente, apasionado. El que nace de quien se deja llevar por mí en cada uno de mis pulsos, en cada uno de mis latidos. A cada momento les digo cuál es el camino, por dónde andar la senda, más ustedes me desoyen y tuercen el sendero. Les pregunto: ¿por cuánto tiempo seguirán así? ¿Por qué se empecinan en ir por el camino del dolor, del sufrimiento y de la limitación? Cuando es tan fácil seguirme, cuando solamente deben dejarse llevar por mí. Yo no conozco el camino oscuro, el camino del dolor, del sufrimiento y la limitación. Yo sólo puedo llevarlos por la senda del amor sagrado, el que los conduce por la dicha, la pasión, la verdad y el brillo de quienes son en realidad. Ustedes son ángeles humanos. Vibren como tales, no se queden en la pequeñez del mundo. Hagan de vuestra presencia una diferencia en el mundo, pero sólo pueden serlo si se permiten escucharme y me siguen; sigan el dictamen de vuestro corazón, déjenme guiarlos por la dicha de quienes son. Yo conozco el camino, sólo deben confiar, nada más… y nada menos, lo sé.

SERGIO. Pero querido Corazón, también es cierto que la vida es maravillosa cuando la escuchamos, cuando nos dejamos llevar por el vértigo de tu propuesta, el de jugarnos por nosotros mismos y actuar en consecuencia.

CORAZÓN: Actuar más allá del resultado que obtengan, sin esperar que suceda lo que imaginan, sino actuar por fidelidad al propio sentir. Sería mucho más fácil para Nemorino, claramente, sincerarse ante Adina para expresar lo que su corazón canta, lo que su corazón le grita, más allá de la respuesta de ella, pues no se trata de que ella responda a su amor, sino de que él sea fiel a lo que siente por ella. El amor es maravilloso bálsamo y siempre incluye, siempre.

SERGIO: Después de muchas idas y vueltas y con la intervención sabia de la Vida, Adina se da cuenta de su error cuando sufre en ella misma lo que ha hecho sufrir a otro. Pone atención en el modelo que Nemorino le muestra, quien incluso aceptó hacer algo que no hubiera hecho en otras circunstancias, pero que aquí lo hace por el amor que siente hacia ella.

CORAZÓN: Es que, Sergio, la humanidad está como está porque no baja de la mente; se queda allí arriba en su cabecita, en lugar de volver a mí, de bajar al corazón.

Adina, lo único que hizo fue eso, se bajó de la mente y entró en mí; se bañó en mí. Al escucharme, es decir: al escucharse, supo de su error y corrió a repararlo.

Ella representa a la Madre Divina, al femenino quien está en el corazón de Diosa. Ella es quien tiene por tarea ayudar al hombre a mantenerse en su corazón. Los hombres son más mentales, se basan en la idea. El corazón representa al amor; la mente representa al conocimiento. Amor y conocimiento deben estar unidos porque esa es la totalidad: Amor y Luz.

SERGIO: Entonces, en nuestra historia, Adina incluso rechaza al boticario que le quiere vender su elixir, porque ella se da cuenta que no necesita de encantos externos sino de sí misma, de su propio sentir; que tú, querido corazón, sanas y ubicas todo en su justo lugar, siempre. Ella incluso advierte que no quiere perturbar la paz de nadie más, que no tiene ningún derecho de hacerlo.

CORAZÓN: Eso es ser conciente, Sergio. El amor sagrado es aquel que ve la verdad, que va más allá del ego, que incluye al otro, a los otros. Es el que sana, el que ilumina las relaciones. Donde hay exclusión no estoy yo, donde alguien queda fuera, no hay amor. El amor sólo sabe incluir porque lo es todo y cada uno de ustedes son una parte de ese Todo. No hay posesión ninguna, al contrario, hay libertad absoluta.

Ese, es el otro aspecto al que ustedes temen. Temen a la libertad a lo que los hace libres. La conciencia es lo que los libera. Va de la mano del amor y del conocimiento. El conocimiento solo los tiene donde los tiene, viviendo en un mundo de caos. Cuando al conocimiento le unen el amor, entonces se convierte en sabiduría; adquieren conciencia y actúan en consecuencia, como el personaje femenino de Adina.

SERGIO: Para terminar les propongo disfrutar del encuentro de ambos protagonistas de esta historia, que tan sencillamente nos ha reflejado la actitud humana cuando se está fuera del corazón.

CORAZÓN: Querido Sergio, he hablado contigo en muchas ocasiones, y quiero ahora agradecerte el que me hayas dado esta oportunidad de llegar a otros seres. Me resta invitarlas e invitarlos a que por fin se sienten en el trono que guardo en mí interior; es vuestro y sólo espera de ustedes que lo ocupen cuando hayan decidido ser quienes realmente son. Los estoy esperando, los estos llamando con cada pulso, con cada latido. Sé que finalmente regresarán.

1 comentario:

  1. Qué fantástica la manera de combinar la música con lo que dice el corazón; eres muy creativo. No hubiera imaginado algo así, súper original y tan cierto. Gracias de corazón,
    Fumi

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